Aunque la mayoría de los insectos parasitarios se guían por el olor para encontrar a sus huéspedes, una especie de mosca parásita, protagonista de #Cienciaalobestia, es atraída por el canto que emiten las chicharras para depositar sus huevos en ellas.
Pues las chicharras de siempre han sido unas parejas muy inestables. Cuando las moscas son jóvenes se encandilan fácilmente de estos bichos que se pasan el día cantando y saltando y no se fijan en los hormigos, menos simpáticos pero más serios. Después, en invierno, todo son llantos.
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Pues las chicharras de siempre han sido unas parejas muy inestables. Cuando las moscas son jóvenes se encandilan fácilmente de estos bichos que se pasan el día cantando y saltando y no se fijan en los hormigos, menos simpáticos pero más serios. Después, en invierno, todo son llantos.
#OYOYOY