Hace 1 mes | Por PapoFrito a muyinteresante.com
Publicado hace 1 mes por PapoFrito a muyinteresante.com

Cuando Francisco Zurbarán afirmó, en su declaración sobre la limpieza de sangre de Velázquez con vistas a la concesión del hábito de la orden de Santiago, que el oficio de pintor no lo había aprendido poniéndose a estudio con otro, sino por su «yngenio y inclinación se dedicó a este exercicio y ocupación...», sin haberse jamás examinado, mentía de forma palmaria. Si el Consejo de Órdenes requería ser hidalgo y no haber ejercido en el pasado ni ejercer en el presente oficio vil o mecánico, Velázquez padecía ambos “achaques”.