Hace 9 años | Por --424445-- a zoologik.naukas.com
Publicado hace 9 años por --424445-- a zoologik.naukas.com

Si nos encontramos en una habitación caliente cuando en el exterior hace frío y acercamos el dorso de la mano a la ventana, sentiremos que se enfría. Bien pensado, se trata de algo sorprendente, puesto que el aire que hay entre la mano y la ventana, que es el de la habitación, está caliente. Por eso no se enfría antes la mano; sólo lo hace al acercarla a la ventana. Por lo tanto, la mano no se enfría porque transfiera calor al aire circundante directamente. A esa forma de transferencia directa se denomina conducción o, si hay movimiento...