No siempre que se cancela una serie es culpa de los programadores, de agentes externos o de conspiraciones. A veces no funcionan y se elude la autocrítica.
En el caso de Vis a Vis, fue una cagada cambiarla de día, con la competencia que había. No digo que fuese determinante para cancelar la serie, pero sí ayudó bastante. Y eso que yo no veía la serie, pero se de gente que me decía que era buena.
En todo caso, no deja de ser cierto que ahora ya no vale mirar unos cuantos audímetros para saber el éxito de una serie, película o programa. No en vano la muestra es demasiado pequeña, respecto a la audiencia potencial.
Hay espectadores que ven la televisión tradicional (Bertín, Sálvame, Mujeres y hombres y la reinvención hortera de Noche de fiesta). Hay espectadores que ven series y películas, a menudo por internet. La brecha entre ambos es cada vez más grande, y no es sólo generacional. No es algo que vaya a pasar, sino un hecho consumado. Y como de costumbre la industria española de la "cultura" reaccionará tarde y mal.
Ya pasó con la música en mp3, con el cine, con los libros electrónicos y los periódicos. Ahora le toca a la tele.
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En el caso de Vis a Vis, fue una cagada cambiarla de día, con la competencia que había. No digo que fuese determinante para cancelar la serie, pero sí ayudó bastante. Y eso que yo no veía la serie, pero se de gente que me decía que era buena.
En todo caso, no deja de ser cierto que ahora ya no vale mirar unos cuantos audímetros para saber el éxito de una serie, película o programa. No en vano la muestra es demasiado pequeña, respecto a la audiencia potencial.
Salu2
Hay espectadores que ven la televisión tradicional (Bertín, Sálvame, Mujeres y hombres y la reinvención hortera de Noche de fiesta). Hay espectadores que ven series y películas, a menudo por internet. La brecha entre ambos es cada vez más grande, y no es sólo generacional. No es algo que vaya a pasar, sino un hecho consumado. Y como de costumbre la industria española de la "cultura" reaccionará tarde y mal.
Ya pasó con la música en mp3, con el cine, con los libros electrónicos y los periódicos. Ahora le toca a la tele.