Hace 2 años | Por jelzimoñac a jotdown.es
Publicado hace 2 años por jelzimoñac a jotdown.es

Lo primero que me llama la atención de Lviv son sus paredes descascarilladas. Anoche, cuando llegué con tren desde Kiev, caminaba por la calle y me daba la sensación de que tras las ventanas negras de esos edificios viejos y centroeuropeos podía haber un vampiro al acecho. Ahora, a la luz del día, los adoquines antiguos y los edificios color crema —tan diferentes a muchas ciudades sovietizadas del resto de Ucrania— crean una mezcla de romanticismo estético y lentitud existencial. Como en todas esas ciudades europeas donde el siglo XX no se impu

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Hace unos días me paré a curiosear en un puesto callejero gestionado por un medio bielorruso medio ruso, en la Plaza Mayor de Madrid, lleno de chapitas, insignias y similares del periodo soviético y posteriores. El caso es que el hombre es muy simpático y le gusta hablar así que se puso a contarme sobre temas de actualidad y del pasado según le iba yo preguntando sobre algunas de las cosas que vendía, y llegó el tema de Ucrania. No le faltaba cultura en absoluto, se apreciaba por la forma de hablar y por los conocimientos de historia que tenía. Según me contó Ucrania siempre había sido un territorio de frontera, a merced de polacos, otomanos y rusos con intentos de conquista por parte de los ingleses, y con reinos o gobiernos inestables y con una gran población irregular de cosacos más o menos nómadas, por lo que hablar de Ucrania como una nación estable de larga tradición es muy inexacto. Y eso que el origen de Rusia se establece en Rus de Kiev, un reino medieval que tuvo bastante importancia pero que no alcanzaba a cubrir el territorio que hoy se conoce como Ucrania. Así que Ucrania, le pese a quien le pese tiene mucho de rusa, tiene algo de polaca y menos de turca. Crimea ha sido territorio ruso desde hace mucho, con tártaros incluidos, y solo en el periodo soviético es cuando Ucrania al completo adquirió más o menos sus dimensiones actuales y su estatus como unidad territorial. Sigue habiendo muchísima población rusa y hay un serio conflicto entre esa población y la que se considera más "local" aunque como este hombre decía, la mayoría de la población procede de cruces culturales de muchos siglos, por su condición fronteriza y eso de la "pureza" suena un poco a nazi.
Resultó una charla interesante y además me llevé una insignia original (eso decía él, a saber) del KGB, para ir asustando a algunos de menéame que aún creen que eso existe

TocTocToc

¿Dónde están ahora todos esos polacos y judíos que poblaban las calles de Lviv?