Hace 2 años | Por Silvia_Folk a deliberar.es
Publicado hace 2 años por Silvia_Folk a deliberar.es

De manera paulatina y casi imperceptible nos hemos acostumbrado peligrosamente a medir el tiempo de nuestra vida en tiempo de trabajo. En tiempos de puro rendimiento. Paseamos, descansamos, entablamos conversaciones enriquecedoras, leemos o, sin más, nos entregamos a la ociosidad cuando no nos sentimos apremiados o impelidos por las obligaciones propias de la servidumbre laboral.

Comentarios

D

"...si nos convertimos –como pretenden– en “empresarios de nosotros mismos”, no queda entonces más que una marioneta que se mueve al son de los intereses económicos o políticos de turno."

Y se empieza con este moldeamiento cuando eres pequeño cuando te preguntan "qué quieres ser de mayor" y no "qué te haría feliz". Y el mantra este rancio y apestoso que recorre la sociedad de que "el trabajo dignifica" (mis cojones 33). Si el trabajo "dignificase" estarían los ricos en las minas o en las fábricas.

Curioso cómo encima la mayoría de la gente esto ni se lo plantea, pero a muchos les falta tiempo para llamarnos vagos a los 4 que evitamos convertirnos en esclavos (trabajos de 8h o más, horarios partidos y/o que te joden fines y festivos).

felipe.escobar.5036

El sentido de la utilidad no debe obviarse.
Abandonarse al hedonismo por un rato está muy bien, pero sin propósito, la vida es gris y vacía.