Hace 6 años | Por zamurdo a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por zamurdo a yorokobu.es

En 1900, había dos hombres que levantaban carcajadas y ooooooohs admirativos desde los patios de butacas. Ninguno de los dos, probablemente, pensaron en su juventud que llegarían a ser estrellas admiradas en los escenarios.