Como bien reza el dicho en latín “De gustibus non est disputandum” (“sobre gustos no se disputa” o su equivalente “sobre gustos no hay nada escrito”), es difícil y arriesgado lo de calificar un producto como el mejor, y más cuando el producto del que estamos hablando es el vino… de la Antigüedad. Así que, a falta de guías de referencia como Peñín o Parker y sirviéndonos de los textos clásicos, me atrevería a calificar como los mejores vinos de la Antigüedad el Commandaria y el Falerno.
Comentarios
Es muy curioso que se apreciara tanto a dos vinos dulces. Ahora los vinos dulces se consideran casi un juego para tomar en los postres, y no vinos serios.
Sin embargo, pongo a Baco por testigo de que jamás rechazaré una copa de Moscatel del bueno, o yendo a algo no tan dulce, un amontillado o un Oporto.