Hace 4 años | Por camvalf a larazon.es
Publicado hace 4 años por camvalf a larazon.es

El 18 de abril de 1874, el féretro de David Livingston entraba en la abadía de Westminster con todos los honores, entre ellos una corona de la Reina Victoria. Su figura era ya legendaria, en parte por el encuentro con el periodista y aventurero Henry Morton Stanley en 1871, cerca del lago Tanganica, donde pronunció unas palabras convertidas con el tiempo en frase hecha: "¿El doctor Livingston, supongo?".