Hace 7 años | Por --479797-- a news.harvard.edu
Publicado hace 7 años por --479797-- a news.harvard.edu

Nuevos descubrimientos sugieren un estándar en el comportamiento humano sorprendentemente común: la consideración de que las acciones inmorales son imposibles. "Cuando la gente hace algo inmoral, tiende a decir cosas como: 'no, eso no puede ser verdad' o 'no puedo creerlo' [...] el cerebro trata este tipo de cosas de forma similar a cómo reaccionaría si alguien te dijese que es posible convertir tu sombrero en una chocolatina, o algo igualmente imposible".

Comentarios

mente_en_desarrollo

A ver... No se reconoce un delito ni cuando te han pillado con las manos en la masa, como para reconocer un hipotético delito...

Preguntarselo a los políticos, que con imputaciones y grabaciones incriminatorias siguen hablando de presunción de inocencia...
Como si en sus ratos libres se entretuvieran hablando con sus amigos como si hubiesen cometido delitos pero sin cometerlos.

D

Será por falta de inteligencia, de perspectiva, de afinidad o simplemente por ser un inmoral. Yo sí me imagino perfectamente robando. De hecho he podido hacerlo muchas veces en mi vida. La diferencia es que algunos sabemos que eso perjudica a otros y por eso no lo hacemos.

dineromuerte

Me recuerda un relato de Ray Bradbury de Cuentos Espaciales ,creo que se llamaba El pilar de fuego ,; le protagonista despertaba como un muerto en un futuro lejano en el cual era impensable tanto mentir como cometer crimenes , entonces se dedica a matar asi por que si , pero para los habitantes de esa realidad no tenia logica lo que estaba haciendo, era algo imposible

D

Me parece que intuyo a qué quieren llegar los de ese estudio. A mi jamás se me pasaría coger las llaves de un coche tras haber bebido, ni siquiera si tengo el juicio nublado por el alcohol. Quizás tiene que ver con que para mi es una gran línea roja. Sin embargo, quizás otras personas no lo tienen tan interiorizado así que cuando beben siempre queda alguna probabilidad relativamente alta de que decidan coger el coche estando bajo los efectos del alcohol.

Por otra parte, ese tipo de estudios supone un gran salto de fe porque la distancia entre lo que miden y las conclusiones que sacan es enorme. Alguien que no conduce quizás no tiene esa línea roja tan aprendida porque para empezar no le aplica.