En los confines del Sistema Solar existe una miríada de cuerpos fríos y pequeños, los restos de la formación del Sol y los planetas. De igual manera que entre las órbitas de Marte y Júpiter nos encontramos con una multitud de cuerpos rocosos formando el cinturón de asteroides, más allá de Neptuno existe una región parecida: el cinturón de Kuiper.