A veces nos quedamos embobados contemplando imágenes, dibujos y pinturas imaginando qué historias se esconden tras ellas, que podrían estar pensando las personas que aparecen en ellas o qué nombre recibirían sus protagonistas. Transformar esas ideas en palabras es una técnica que ayuda a trabajar nuestra imaginación, así como nuestra expresión escrita y potenciar de esa forma nuestra creatividad. Además puede servir como herramienta para iniciarnos en nuestra carrera literaria, en el caso de que ésta sea una asignatura pendiente para nosotros.