Las tipografías poseen una estructura mínima, esta estructura rige sus proporciones, pero no toca la forma final. Es como nuestro cuerpo, tiene un alto y una serie de proporciones que no las podemos cambiar. Sobre este cuerpo desnudo e invisible, la tipografía empieza a vestirse con la forma, tomando cuerpo y proporciones formales, contrastes, tipos de curvas, tipos de texturas de contorno, etc.