Paco Caballero y Miki Esparbé son los autores de esta joyita que junto con las ilustraciones de Mar Guixé han conseguido crear una novela gráfica fabulosa. Berto Romero ha redactado el prólogo y Thaïs Villas el epílogo, así que no tiene desperdicio desde su principio hasta su final. Por el título podemos pensar que estamos ante un rollo cursi y pasteloso, pero no es así.