Que nadie se llame aquí a engaño, que nadie piense que la República está bien muerta y enterrada, La II República Española también está aquí, entre nosotros, en nuestro corazones, y os aseguro que lo estará siempre. Hoy, 82 años después la memoria de la República permanece viva entre nosotros y nos hace herederos del honroso recuerdo de lo que fue una verdadera explosión de libertad, de alegría, de imaginación política y de justicia.