Bilbao, 26 de agosto de 1983. Los bilbaínos se encontraban inmersos en la recta final de sus fiestas. La Aste Nagusia de ese año se caracterizaba por la constante lluvia que acompañó a todos los actos y festejos. Pero nadie imaginaba la catástrofe que se avecinaba.
Raro es que no tengamos una Aste Nagusia pasada por agua, que yo recuerde todos los años llueve. Hay algunas tiendas por el Casco Viejo con alguna placa que marcan la altura hasta donde llegó el agua en aquellas inundaciones.
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Raro es que no tengamos una Aste Nagusia pasada por agua, que yo recuerde todos los años llueve. Hay algunas tiendas por el Casco Viejo con alguna placa que marcan la altura hasta donde llegó el agua en aquellas inundaciones.
Por cierto impresionantes las fotos de las inundaciones.