Se trata de una nueva acción de protesta y de denuncia pública contra el proceso de desahucio iniciado por el Ayuntamiento de Almería y que afecta a 36 familias residentes en las casas de los maestros, unas viviendas que fueron construidas en la década de los 40, para dar alojamiento a maestros en tanto estuviesen desarrollando su actividad docente. Hace más de 30 años las viviendas dejaron de cumplir la función para la que fueron construidas y desde entonces han sido objeto de ocupaciones por familias necesitadas de un hogar.