Cada vez que escucho Stairway to Heaven me acuerdo con una sonrisa de la escena de El mundo de Wayne en la que el protagonista va a probar una guitarra en una tienda y el dependiente le señala un cartel que prohíbe tocar Stairway. Es un ejemplo no tan exagerado (un reciente reportaje de Rolling Stone señalaba que aún es una de las más interpretadas en las tiendas de instrumentos españolas) de la importancia de una canción que algunas estadísticas no muy fiables señalan como la que más veces ha sonado nunca en la radio.