Ser un espíritu en busca de víctimas para poseer, comandar una enorme legión de zombis o muchas otras ideas descabelladas sobre videojuegos que probablemente nunca podremos llegar a jugar. Sin embargo seguro que se pagaría lo que hiciera falta para poder llegar a probarlos.
Comentarios
Las ideas son penosas, no se salva ni una.