Hombre, yo he tenido que hacer alguna vez alguna selección de personal (del lado del entrevistador) y lo último que piensas es en putear al candidato. De hecho prácticamente lo único que piensas es en elegir al candidato que no te putee a ti después, porque serás el responsable de su rendimiento (y hay cada cantamañanas que no os lo creeríais, desde personas que pasan olímpicamente del puesto y sólo vienen a por sueldo, hasta gente que ni se presenta, pasando por alguno que incluso te llega borracho a la entrevista). Eso te fuerza a elegir bien, porque al fin y al cabo el culo que está en juego es el de los dos.
#3, he ahí el problema. Si en vez de con cuchara y mendrugo de pan para comerse la mierda fueran con dinamita, verías cómo se les quitaba la tontería a muchos empresarios con ínfulas de déspota.
Pero claro, a ver quién es el guapo que pone de acuerdo a todos...
Comentarios
zimzum, zimzum, zimzumzimzumzum, piruri!
Hombre, yo he tenido que hacer alguna vez alguna selección de personal (del lado del entrevistador) y lo último que piensas es en putear al candidato. De hecho prácticamente lo único que piensas es en elegir al candidato que no te putee a ti después, porque serás el responsable de su rendimiento (y hay cada cantamañanas que no os lo creeríais, desde personas que pasan olímpicamente del puesto y sólo vienen a por sueldo, hasta gente que ni se presenta, pasando por alguno que incluso te llega borracho a la entrevista). Eso te fuerza a elegir bien, porque al fin y al cabo el culo que está en juego es el de los dos.
Con la crisis, los de RRHH se están soltando el pelo cada vez más. Cualquier día se presentarán con una escopeta en la mano y sin pantalones.
Y como hay doscientos candidatos mas, mierda que te sirven, mierda que deglutes.
#3, he ahí el problema. Si en vez de con cuchara y mendrugo de pan para comerse la mierda fueran con dinamita, verías cómo se les quitaba la tontería a muchos empresarios con ínfulas de déspota.
Pero claro, a ver quién es el guapo que pone de acuerdo a todos...
impresionante y real, muy muy real, demasiado
Esta cucharadita por Mamá, está cucharadita por Papá y está otra por Zapatero.
Si tienes suerte, será caca blanda. La peor es esa que te deja fibras entre los molares y tienes que pasarte el hilo dental.