Cuando un cangrejo ermitaño cambia de concha, necesita un tiempo para acostumbrarse al tamaño, el peso y la forma de su nueva protección. El proceso es muy parecido a lo que le pasa a un conductor cuando cambia de coche: tiene que «hacerse con los mandos» o, lo que es lo mismo, adaptar su percepción con respecto al tamaño y forma del nuevo vehículo para evitar colisiones.
Comentarios
Buena idea para copiarla en robótica...