Ante un agente doble, la pregunta que corroe a uno y otro bando es siempre la misma, saber a qué lealtad real sirve el espía. Es una pregunta que no tiene respuesta, y la respuesta carece de interés, porque el agente doble sirve a los dos bandos por un igual. En estas circunstancias, de enfrentamiento enconado, Duran y Lleida sirve a todos, y sobre todos, a si mismo.
Comentarios
Duran i Lleida quiere ser embajador en Madrid.
#1 No me extraña. Yo también le cogería cariño al Ritz.