Un cráneo humano de hace 126.000 años muestra la prueba de agresión entre humanos más antigua descubierta hasta ahora. Se trata de una marca de 14 milímetros muy similar a la cicatriz que queda, después de curarse, tras una agresión con un objeto contundente. Los autores del estudio sospechan que el golpe que provocó el traumatismo habría sido intencionado y que para recuperarse este individuo habría recibido los cuidados y la ayuda de su grupo.
Comentarios
Accidental no cabe en las sospechas no¿?
#1 Lee el artículo. No lo descartan, pero lo creen improbable.