La privatización de la gestión del agua es el gran negocio del siglo.El agua es un bien de dominio público que ha sido recuperado por el mercado capitalista dado que es un bien, escaso, básico e imprescindible, es la joya de cualquier empresa privada, así es que la máquina del mercado capitalista se puso a trabajar para incluirla en su entorno como una mercancía más. Las privadas campan a sus anchas, sin una vigilancia estrecha de los ayuntamientos.