El primer ministro griego voló recientemente a China para cortejar a los inversores chinos. En su afán de persuadir, le dio por una narrativa radical: Grecia es una historia de éxito. Un país que casi sucumbió en 2012 se hallaría ahora en vía de enmienda, en el camino de la estabilización y el crecimiento; un país de oportunidades para inversores dispuestos a inversiones archibaratas y deseosos de beneficiarse del crecimiento venidero. ¿De verdad?
Comentarios
Si tu te vas a vender algo no te vas a decir, compren lo mio (Grecia), pero sepan que es un desastre monumental.
#1 No se refiere sólo a eso, al hecho de vender la imagen del país. En España y en Grecia internamente sucede lo mismo, se vende una falsa imagen de que las cosas están mal pero que se está mejorando. El mensaje orwelliano del optimismo lleva asentado desde 2008, cuando ya se veían brotes verdes; y ahora de manera más tragicómica se vende con que nos hemos librado del rescate. Se utilizan los temas de las exportaciones por ejemplo, o el que se produzcan menos desempleados por mes. Cosas por el estilo.