Publicado hace 10 años por --68321-- a internacional.elpais.com

Desde marzo de 2011, desde el inicio de la primavera árabe, mucha gente percibe a Bachar el Asad como un tirano sanguinario, cuya eliminación permitiría a Siria salir de una tragedia que ya ha causado más de 100.000 muertos, que ha sumido en la miseria o en el exilio a millones de sirios y que ha destruido una parte de un patrimonio cultural excepcional. La realidad es más compleja.