"Hace muchos años que no estábamos peor, pero hace muchos años que no estábamos mejor, y el fútbol no arregla nada, no resuelve los problemas, no despeja el negro horizonte del porvenir que nos espera, pero le ha devuelto la alegría a este país. La alegría ni se fabrica ni se negocia, y es tan cara que no puede comprarse con dinero. Por eso es preciso disfrutarla, paladearla lentamente, dejar que la boca se impregne con su efímera y omnipotente dulzura."