En Alemania no falta mano de obra. Lo que falta es trabajo. Mucho menos que en la Europa del Sur, pero falta: por cada puesto laboral por cubrir, hay ocho parados registrados. El empleo de talentos extranjeros es, fundamentalmente, un recurso para mantener salarios bajos. Berlín lanza planes para atraer a jóvenes profesionales extranjeros, pero Alemania sigue siendo uno de los países de la OCDE menos atractivos para venir a trabajar, por el idioma pero también por los prejuicios culturales.
Comentarios
El que quiera saber el concepto que tenían y tienen los alemanes de los españoles y en general de los emigrantes, que se lea "El periodista indeseable" de Günter Wallraff.
Hay Rafael Poch, hay meneo.