Hace 11 años | Por SaRoqueta a fundacionexe.org
Publicado hace 11 años por SaRoqueta a fundacionexe.org

Artículo introductorio sobre el voto electrónico. CAT Traducido en #1 "¿Todavía no te han explicado la democracia líquida? Se trata de la síntesis entre la democracia representativa (tesis), que tradicionalmente han defendido las corrientes más progresistas del movimiento liberal, la democracia directa (antítesis 1), que tradicionalmente han defendido los movimientos anarquistas, y el mandato revocable (antítesis 2), que tradicionalmente han defendido, entre otros, los movimientos consejistas, más conocidos como socialistas revolucionarios."

Comentarios

Batiste

#0 Deberías poner ese "CAT" de la entradilla en el título. Como consejo.

S

Alerta que llega el voto electrónico!

Las mejoras tecnológicas que hemos vivido durante los últimos años tendrán un impacto decisivo en la manera en que participaremos en las decisiones políticas de nuestro entorno. A primera vista, parece que la invención del voto electrónico permite la implementación de la democracia líquida. ¿Todavía no te han explicado la democracia líquida? Se trata de la síntesis entre la democracia representativa (tesis), que tradicionalmente han defendido las corrientes más progresistas del movimiento liberal, la democracia directa (antítesis 1), que tradicionalmente han defendido los movimientos anarquistas, y el mandato revocable (antítesis 2), que tradicionalmente han defendido, entre otros, los movimientos consejistas, más conocidos como socialistas revolucionarios.

La democracia líquida consiste en garantizar los derechos de:

1) Elegir a un representante en el que se delega completamente la toma de decisiones (democracia representativa).

2) Votar directamente cualquier decisión (democracia directa).

3) En cualquier momento, cambiar de representante (mandato revocable).

4) Todo tipo de fórmulas mixtas: para cierto tema, elegir un determinado representante; para otro tema, un representante diferente; para un tercer tema, votar directamente y, en cualquier momento, poder cambiar todas estas opciones (democracia líquida).

Por otra parte, el voto electrónico permite reducir el tiempo de recuento de unas elecciones. La ventaja de esta economía es poder hacer elecciones tan a menudo y utilizar sistemas electorales tan complejos como se desee.

Por ejemplo, en Irlanda utilizan el Voto Personal Transferible (VPT). Es un sistema electoral proporcional de listas abiertas. Está diseñado para maximizar la libertad y la igualdad de voto del elector. Es decir, que la proporcionalidad es máxima y el voto útil es mínimo. Pero tiene un gran inconveniente: el tiempo que se tarda en hacer el recuento aumenta exponencialmente en función del número de candidatos. Por ello, utilizan unas circunscripciones de no más de 5 escaños en la República de Irlanda y de 6 en el Ulster. Poca proporcionalidad puede haber en circunscripciones tan pequeñas. Pero, en la era de los teléfonos inteligentes, ¿es necesario que esperemos tres días de tedioso recuento para conocer los resultados de las elecciones irlandesas?

Con el voto electrónico, el recuento podría automatizarse y realizarse mucho más rápidamente. Por tanto, se podría aumentar el tamaño de las circunscripciones electorales tanto como se quisiera. ¿Se imaginan siete mil millones de ciudadanos del mundo votando a sus representantes en la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante el VPT, en circunscripción única? Como cantaba John Lennon, es fácil si lo intentas. Todos podríamos votar a quien quisiéramos sin ninguna restricción ni de partido, ni de listas, ni de naciones, ni de regiones ni de voto útil, ni de ningún otro tipo. Pero habría que resolver primero muchos inconvenientes.

El primero sería, como dice Carlos Villodres en su libro Valencianos y Democracia, que "en casos de extrema proporcionalidad, los electores no pueden identificar con claridad opciones de gobierno". Opino que la mejor solución a este problema es separar totalmente el poder legislativo del ejecutivo: que el Parlamento no participe en la elección ni en el control del Gobierno ni apruebe los presupuestos. Según cada caso, puede hacerlo otro parlamento o puede hacerlo directamente al pueblo.

El segundo problema es la amenaza de pucherazo. ¿Hasta qué punto podemos estar tan seguros con el voto electrónico como lo estamos con las urnas de vidrio y papel? Dejemos por un momento de lado el problema añadido de votar por Internet. Imaginemos que sólo pretendemos poder votar a nuestros ayuntamientos y juntas de distrito en horario de oficina. Si se desarrollaron un software y un hardware libres y adecuados, ¿podría llegar a ser razonablemente seguro el voto electrónico? En otras palabras, ¿es posible la democracia líquida?

Para que nos conteste a esta pregunta, desde Mallorca, hemos organizado una conferencia de Eduardo Robles, programador principal de proyecto Agora Voting. Será el próximo 26 de abril y, como el resto de las terceras jornadas de Tecnocritica.org, podrá verse por Internet.