Mario Piedraplana, natural de Murcia, tuvo la suerte de pasar cerca de un local de ambiente gay en la localidad en la que vive justo cuando parecía que iba a diluviar. Al grito de “No temo a lo desconocido”, entró en el bar para guarecerse de la lluvia que, según él, estaba a punto de caer. Aguantó desde las siete de la tarde hasta las cinco de la mañana, cuando decidió seguir refugiándose del chaparrón en un “After Hours” en el que se celebraba una fiesta de la espuma.
Comentarios
it's raining men
Grande, grande, grande, como siempre el relato dice mucho más de lo que a simple vista se aprecia y tiene toda la razón del mundo, en Murcia no hemos visto nunca ¡¡¡¡ni la lluvia, ni un gay!!!!!! PD: lleva lloviendo 2 semanas y siempre que hay una fiesta gorda suele llover