Dentro del triste panorama que hoy ofrece una España cuarteada por la mayor crisis, política y económica, que ha conocido nuestra democracia desde la muerte de Franco, la de ayer fue una jornada de celebración para aquellos ciudadanos que, a pesar de los pesares, a pesar de la insoportable politización que padece, aún creen en la posibilidad de una Justicia independiente.