Hace 12 años | Por homebrewer a laopiniondezamora.es
Publicado hace 12 años por homebrewer a laopiniondezamora.es

En 1931, el anticuario Ignacio Martínez debió de comprar en Burgos la galería medieval que fue instalada en Madrid para ser promocionada y vendida, posiblemente a Estados Unidos a través del intermediario Arthur Byne. La muerte de éste último y el inicio de la Guerra Civil pudieron complicar la operación, que se dilató un par de décadas hasta llegar a Palamós, donde fue instalado en una finca privada junto a una piscina.