Para ser alcalde en España, y concejal de urbanismo, debería ser obligatorio leerse "La ciudad de los niños", de Tonucci. Debe terer 15 o 20 años. Pero el análisis que hace de los coches como devora-espacios públicos es aún muy actual.
El tráfico en las ciudades no tiene solución. Cuando antes lo entendamos, mejor para todos. Y, como no tiene solución, lo mejor es empezar a diseñar espacios en los que no se cuente con los coches. No hay negociación posible con los conductores (entre los que me encuentro, por cierto). Ciudades para ciudadanos, familias, niños (con espacios para el juego), zonas verdes, zonas de paseo, zonas para comprar paseando... y, los coches, fuera.
Lo malo de eso es que si se aplica en España, la recaudación no irá a una inversión en transporte sino a una mariscada, o a una estratosferica cuenta de taxi; por poner un par de ejemplos.
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Para ser alcalde en España, y concejal de urbanismo, debería ser obligatorio leerse "La ciudad de los niños", de Tonucci. Debe terer 15 o 20 años. Pero el análisis que hace de los coches como devora-espacios públicos es aún muy actual.
El tráfico en las ciudades no tiene solución. Cuando antes lo entendamos, mejor para todos. Y, como no tiene solución, lo mejor es empezar a diseñar espacios en los que no se cuente con los coches. No hay negociación posible con los conductores (entre los que me encuentro, por cierto). Ciudades para ciudadanos, familias, niños (con espacios para el juego), zonas verdes, zonas de paseo, zonas para comprar paseando... y, los coches, fuera.
Lo malo de eso es que si se aplica en España, la recaudación no irá a una inversión en transporte sino a una mariscada, o a una estratosferica cuenta de taxi; por poner un par de ejemplos.