A primera hora de la mañana, todos estaban entusiasmados. Habían ganado los ‘buenos’, los “proeuro” (sic). La clase política más corrupta de Europa había triunfado en Grecia sobre los enemigos de la democracia y la construcción europea. O algo así se daba a entender.
El sentido común además señalaba claramente que los Bancos Centrales y Alemania sólo
han aceptado intervenir cuando la situación es "insostenible" según ellos, es decir
cuando peligra su logica y la única posibilidad era que ganara Syriza, nos hubiera
salvado el pellejo a los demás
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El sentido común además señalaba claramente que los Bancos Centrales y Alemania sólo
han aceptado intervenir cuando la situación es "insostenible" según ellos, es decir
cuando peligra su logica y la única posibilidad era que ganara Syriza, nos hubiera
salvado el pellejo a los demás