Hace 16 años | Por --52057-- a doctorgen.blogspot.com
Publicado hace 16 años por --52057-- a doctorgen.blogspot.com

Tratar asuntos teológicos desde la lógica es tan osado como pretender apagar un fuego con gasolina. Ni hablar de los intentos de demostraciones ontológicas desde el mismo lugar. Sin embargo, a lo largo de los años, existieron múltiples intentos de abordar esta quimérica tarea: desde Tomás de Aquino con sus 5 vías que supuestamente "probaban" la existencia de Dios, hasta otros más lúdicos como Pascal.

Comentarios

D

Está bien el argumento.

Aporto ésto:

La apuesta de Pascal (Dios es una apuesta segura)

"Si Ud. cree en Dios y resulta estar equivocado, no perderá nada. Pero si no cree en Dios y resulta estar equivocado, irá al infierno. Por lo tanto es de tontos ser ateo."

Este argumento se conoce como la apuesta de Pascal. Adolece de varios defectos.

En primer lugar, no indica cuál religión seguir. De hecho hay muchas religiones mutuamente exclusivas y contradictorias. Esto se describe como el problema de "evitar el infierno equivocado". Si una persona es seguidora de una religión, terminará en la versión del infierno de otra religión.

Aunque asumamos que existe un Dios, esto no implica que haya un único Dios. ¿A cuál deberemos creer? Si debemos creer en todos, ¿Cómo decidiremos a quien obedecer?

En segundo lugar, la afirmación "Si Ud. cree en Dios y resulta estar equivocado, no perderá nada" no es cierta. Suponga que Ud. está creyendo en el Dios equivocado, el verdadero Dios puede castigarlo por su estupidez. Considere también las muertes que han resultado del rechazo a las medicinas a favor de las plegarias.

Otro defecto en el argumento es que está basado en la suposición de que las dos posibilidades son igualmente posibles, o por lo menos, similarmente posibles. Si, de hecho, la posibilidad de la existencia de un Dios es cercana a cero, el argumento se vuelve mucho menos persuasivo. Infelizmente, el argumento es solamente apropiado para convencer a aquellos que ya creen.

También, muchos creen que para la gente intelectualmente honesta, la credibilidad se basa en la evidencia, con alguna intuición. No es cuestión de deseo o de un análisis de costos y beneficios.

Formalmente hablando, el argumento se basa en cuatro afirmaciones:

No se sabe si Dios existe.
No creer en Dios es malo para el alma inmortal si Dios existe.
Creer en Dios no tiene consecuencias si Dios no existe.
Luego, es de interés para uno mismo creer en Dios.
Existen dos enfoques de ese argumento. El primero es ver la afirmación 1 como una suposición y la afirmación 2 como una consecuencia de ella. El problema es que realmente no hay forma de llegar a la afirmación 2 desde la afirmación 1 usando la inferencia lógica simple. Las afirmaciones simplemente no tienen continuidad entre sí.

El enfoque alternativo es aseverar que las afirmaciones 1 y 2 son ambas suposiciones. El problema con esto es que la afirmación 2 es básicamente una suposición que expresa la opinión cristiana, y solo un cristiano estará de acuerdo con tal suposición. El argumento entonces se desintegra en "Si Ud. es un cristiano, es de su interés creer en Dios", una reiteración más bien vacía, y no en lo que Pascal quiso decir.

Por otro lado, si ni si quiera sabemos si Dios existe, ¿Por qué deberíamos tomar la afirmación 2 a partir de ella? Es mas probable, si Dios existe, que Dios se disguste con aquellos que eligen creer en el por conveniencia personal. Si Dios es omnisciente, sabrá con certeza quién cree verdaderamente y quién cree como consecuencia de la apuesta segura. Rechazará a los segundos... suponiendo que le importe que la gente crea sinceramente en él.

Algunos sugieren que la persona que elige creer basándose en el desafío de Pascal, pueden de alguna manera hacer la transición hacia la creencia sincera. Muchos ateos no creen posible este salto.

Además, este Dios hipotético puede requerir más que la simple creencia; casi todos los cristianos piensan que el Dios cristiano demanda de sus seguidores un elemento de confianza y obediencia. Esto destruye la afirmación de que si Ud. cree pero resulta estar equivocado no pierde nada.

Finalmente, si este Dios es justo, con seguridad juzgará a la gente por sus actos, no por el hecho de que crean en él. Un Dios que envía gente buena y decente al infierno no es el que los ateos están preparados a adorar.