Hace 12 años | Por Kabu_ki a elpais.com
Publicado hace 12 años por Kabu_ki a elpais.com

Matorral, basura, vidrio, ratas... Entre los edificios faraónicos y las instalaciones de los grandes eventos de Calatrava, bulle otra Valencia. La oculta al turista, la del día a día del ciudadano. Salpicada de huecos estériles donde lo único que sobran son ideas. Ante la falta de dinero y la desidia de las administraciones, vecinos y colectivos de profesionales y ciudadanos han hecho de la necesidad virtud para convertirse, o al menos intentarlo, en motor de una ciudad más habitable, sostenible y creativa.