Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha llevado hasta hace solo unos meses una vida aparentemente normal en Madrid, donde pasaba inadvertida, a pesar de su residencia en una zona tan exclusiva como El Pardo y de los coches de lujo que siempre demandaba para su servicio. Corinna pasaba totalmente desapercibida para la mayoría de las personas que se cruzaban con ella en Madrid, excepto para un equipo de profesionales de las Fuerzas de Seguridad que la tenían controlada permanentemente y conocían en todo momento su paradero.
Comentarios
Sí, pero nadie asegura que haya sido gratis. Seguro que en especie ya ha pagado... y le debe estar echando un humo, quepaqué.
dejarla, que buscaba un currele para el pobre Iñaqui¡