Las noches actuales son mucho menos oscuras que en el pasado. Las luces artificiales, fundamentalmente en las grandes urbes, nos brindan seguridad, posibilitan que se realizan espectáculos, pero también nos quitan un patrimonio de todos: el cielo.
#1 No exactamente. Se puede tener un cielo oscuro y unas calles bien iluminadas: Solo hay que coger la luz que actualmente enviamos al cielo (a dónde nadie le es útil) y hacer que vaya hacia el suelo. Solo con eso se consigue la misma iluminación con la mitad de consumo.
Ahora añádele un uso más racional, que en algunos sitios la farolas deslumbran, y se puede tener un cielo razonablemente oscuro con calles bien iluminadas.
En algunos sitios empiezan a apagar algunas farolas y dejar encendidas otras. Al parecer esto es peor, porque obliga a nuestros ojos a pasar de sitios bien iluminados a otros mal iluminados. Lo mejor siempre es reducir la intensidad lumínica global. Y, por supuesto, iluminar correctamente. Al suelo, no al cielo. Algunos ejemplos:
- la iluminación de monumentos de abajo hacia arriba es una tontería. Que estos estén, además, iluminados de madrugada, un derroche absurdo.
- los plafones en el suelo de las calles, iluminando hacia arriba, son hasta algo peligrosos (mirar lo que se calientan).
- aún quedan muchas farolas bola, sobre todo en parques, algo absurdo pues proyectan la sombra precisamente hacia el suelo.
- ahora empiezan a ponerse de moda los semáforos LED... sin visera. La iluminación LED es altamente direccional. Al quitarles la visera, se empieza a molestar, incluso, a los vecinos situados en un primer piso. La intensidad de los semáforos provoca, también, confusiones por la noche al no distinguir bien los semáforos que están muy seguidos (me pasa a mí a veces, y tengo muy buena vista).
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Iniciativa apoyada por Navajeros Asociados
#1 No exactamente. Se puede tener un cielo oscuro y unas calles bien iluminadas: Solo hay que coger la luz que actualmente enviamos al cielo (a dónde nadie le es útil) y hacer que vaya hacia el suelo. Solo con eso se consigue la misma iluminación con la mitad de consumo.
Ahora añádele un uso más racional, que en algunos sitios la farolas deslumbran, y se puede tener un cielo razonablemente oscuro con calles bien iluminadas.
En algunos sitios empiezan a apagar algunas farolas y dejar encendidas otras. Al parecer esto es peor, porque obliga a nuestros ojos a pasar de sitios bien iluminados a otros mal iluminados. Lo mejor siempre es reducir la intensidad lumínica global. Y, por supuesto, iluminar correctamente. Al suelo, no al cielo. Algunos ejemplos:
- la iluminación de monumentos de abajo hacia arriba es una tontería. Que estos estén, además, iluminados de madrugada, un derroche absurdo.
- los plafones en el suelo de las calles, iluminando hacia arriba, son hasta algo peligrosos (mirar lo que se calientan).
- aún quedan muchas farolas bola, sobre todo en parques, algo absurdo pues proyectan la sombra precisamente hacia el suelo.
- ahora empiezan a ponerse de moda los semáforos LED... sin visera. La iluminación LED es altamente direccional. Al quitarles la visera, se empieza a molestar, incluso, a los vecinos situados en un primer piso. La intensidad de los semáforos provoca, también, confusiones por la noche al no distinguir bien los semáforos que están muy seguidos (me pasa a mí a veces, y tengo muy buena vista).
En resumen, debería evitarse todo tipo de iluminación por encima del plano horizontal. Y, en contra de lo que dice #1, se trata de iluminar mejor, no iluminar menos. Iniciativas hay, como el caso de Puente la Reina: http://www.noticiasdenavarra.com/2010/10/30/vecinos/sangesapirineos/puente-la-reina-ya-ahorra-el-50-de-la-factura-electrica-en-el-casco-antiguo
Para comparar, en este "pdf" un par de fotos del antes y el después: http://www.cofis.es/pdf/fys/fys21/fys21_42-43.pdf
Y una de las entidades pioneras en la lucha contra la contaminación lumínica: http://www.celfosc.org/index.html
(sí, la web tiene un aire "vintage", pero tiene muchísima información relevante).