“Damien Hirst, artista británico, ateo reconocido que durante su variada y controvertida carrera profesional ha llegado incluso a pintar obras tan polémicas como vacas crucificadas, va a iniciar ahora una nueva etapa, al parecer con un enfoque bastante más convencional del arte religioso, al haberse comprometido a realizar un par de cuadros de alrededor de seis metros de altura, emulando a los viejos maestros, nada menos que para la mismísima catedral de San Pablo, en Londres…”
Aunque no me hace mucha gracia la redacción del titular, lo he conservado por ser fiel a la versión del Times. Yo creo que no está bien recalcar las creencias o el ateísmo de una persona pero, en este caso, la noticia radica precisamente en la paradoja de ser ateo y pintar para una catedral, supongo.
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Aunque no me hace mucha gracia la redacción del titular, lo he conservado por ser fiel a la versión del Times. Yo creo que no está bien recalcar las creencias o el ateísmo de una persona pero, en este caso, la noticia radica precisamente en la paradoja de ser ateo y pintar para una catedral, supongo.