Hace 16 años | Por giles a elpais.com
Publicado hace 16 años por giles a elpais.com

Ser bailarín en el Ballet Nacional de España (BNE) puede desembocar en una baja por depresión. Al menos, el 20% de la compañía, tanto miembros del equipo artístico como del técnico, está en tratamiento psicológico y todos ellos coinciden en el miedo a denunciar sus problemas por las posibles represalias del director. Así lo denunció ayer CC OO, al presentar el último ejemplo de "despotismo" de la dirección: la no renovación de la bailarina Esmeralda Gutiérrez, que acaba de ser madre.