Publicado hace 12 años por galletadealbaricoque a blogs.20minutos.es

Un británico de 40 años recibió una carta de un banco en la que le ofrecían una tarjeta de crédito y se dirigían a él como Vete a la mierda. Obviamente, ni aceptó la tarjeta, ni se cambió de banco.

Comentarios

D

Yo me cambiaría. Es un trato más personalizado.