No pocos periodistas han reescrito el tópico: "Sueño olímpico". En estos tiempos agrios, dominados por una tremenda crisis y por un avinagrado escepticismo, ¿puede de veras alguien creer que la ciudadanía está dispuesta a festejar sueños? En este áspero y desconcertante presente presidido por el óxido de las ideologías y el desapego hacia la cosa pública, ¿puede alguien creer que los barceloneses están dispuestos a recuperar el ingenuismo de la mascota Cobi?
Comentarios
Dejando aparte la noticia, me ha llamado la atención la palabra "ingenuismo".
Se entiende que no quiere usar "ingenuidad", pero está un poco metida con calzador.
Barcelona es bona si la bossa sona...