En los años previos a la Guerra Civil, Josep Maria Planes escribió su famosa obra Gàngsters de Barcelona, donde describía las oscuras conexiones de los hombres de la FAI con el hampa y la delincuencia común. El famoso periodista fue asesinado por ello en los primeros compases del conflicto, en la carretera de la Arrabassada. Y aquella crónica sirvió para perpetuar el estigma del pistolero anarquista. Desgraciadamente, Planes solo fue capaz de retratar a los grupos de defensa que los obreros crearon para protegerse de los verdaderos matones...
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Algo parecido pasó en los Estados Unidos y el resultado fue el control de los sindicatos por la mafia. Que se lo digan a Joffa.