Hace 15 años | Por Akai a gizmodo.es
Publicado hace 15 años por Akai a gizmodo.es

Llevo toda la vida pensando que R2D2 era en realidad un barril de cerveza con patas, pero creía que si lo decía los fans de Star Wars que además no son fan de las birras me tomarían por un sacrílego. El tiempo, o más bien el artista Paul Loughridge, me han dado la razón, usando uno de cinco litros de Heineken para construir el cuerpo del robot. Además, para completar su obra se ha servido de elementos curiosos como unos recipientes de pan, palancas de un tanque de propano o la lente de una cámara vieja.