Hace 10 años | Por disconubes a thisiscolossal.com
Publicado hace 10 años por disconubes a thisiscolossal.com

En 1578 se corrió la voz del descubrimiento en Roma de una red de tumbas subterráneas que contienían restos de miles de los primeros mártires cristianos. Muchos esqueletos de estos supuestos santos se retiraron y se enviaron a iglesias católicas en Europa para reemplazar las reliquias sagradas destruidas durante la Reforma protestante. Los esqueletos fueron cuidadosamente montados y vestidos con pelucas, joyas, coronas, encajes de oro, armaduras, etc, como un recordatorio físico de los tesoros que esperaban en la otra vida.

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A

Jodo, son mártires canis