Porque como consejero vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a dar, como consejero vuestro que soy… lo hemos conseguido: hemos rebajado la categoría artística del flamenco -completo, complejo y rico universo sonoro con código propio- a la mismísima altura de puntuales manifestaciones identitarias. Porque como consejero vuestro que soy, os digo que ya estamos al nivel del silbo gomero, la cetrería, los castellers, la dieta mediterránea y hasta el canto de los uigures durante la recolección del trigo.
Comentarios
Buenísimo, muy ácido y todo un guiño a Berlanga.