Los dos se han definido siempre por su falta de respeto al fútbol español. Un menosprecio a nuestro fútbol que ha vivido capítulos constantes desde que el suizo tomó el mando de la FIFA en 1998. Un desprecio a nuestros clubes y jugadores que Platini confirmó desde que desbancó al enfermo Lennart Johansson de la UEFA hace cuatro años.