La lotería que conocemos hoy nació en plena Guerra de la Independencia, el 18 de diciembre de 1812, pero la primera vez que apareció un décimo con la denominación de Sorteo de Navidad fue en 1897. Apenas ocho años después se obtuvieron algunos de estos documentos gráficos que nos hablan de una España que se moría de hambre en el campo y emigró a las ciudades; de un país de 20 millones de habitantes dividido por algo más que las boinas de los obreros, cada vez más numerosos, y los bombines de los industriales.
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Nótese que la señora de la cuarta foto es en realidad Raimundo Amador trasvestido.