En el siglo VII, cuando el imperio romano estaba en decadencia, el emperador Heraclio había hecho planes para reunirse con un rey bárbaro. Heraclio quiso intimidar a su oponente. Pero él sabía que el ejército romano, en su estado, ya no era intimidante, especialmente cuando a quien se pretendía asustar era un bárbaro. Así que el emperador contrató a un grupo de hombres para aumentar sus legiones. Contrató a hombres para aumentar sus legiones. Pero no los contrató para luchar, si no para aplaudir.
Comentarios
Joder, menos mal que es breve...
¿existe traducción de este artículo al castellano?