No sé qué pasa. Cada día cuesta más encontrar restaurantes en los que la relación calidad-precio sea aceptable. Parece como si ahora cualquiera pudiera abrir un restaurante, hacer mezclas imposibles (cocina de fusión lo quieren llamar), poner precios desorbitados, y ya con eso basta. Para nosotros no. Estamos intentando distinguir entre aquellos sitios en los que se come bien, y los que pensamos que no se merecen dónde quieren estar. Queremos que sea una labor de todos. ¡Tú qué opinas?
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Y si hablamos del servicio, lo flipas